CRISIS ECONÓMICAS:
Artículo de Octubre de 1999.
"...Las crisis económicas y financieras que México ha tenido que enfrentar en los últimos 25 años, mas que nada se han derivado del actuar de los gobernantes que ha tenido nuestro país en dicho período...."
"En 1976 se tuvo que afrontar una primera devaluación (después de un período estabilizador de 22 años), yéndose de 12.50 por dólar a un alza del valor del billete verde, que a la fecha ya no se ha podido detener, sino por el contrario el deteriodo de nuestra moneda se ido incrementando hasta verse influenciado por los diversos movimientos turbulentos de las crisis Asiáticas, en Latino América, en Rusia, en Japón, ya en la actualidad nada es estable, la Globalización y como consecuencia la apertura comercial, han hecho de las reservas monetarias de los diversos países, todo un gran problema (y México no ha sido la excepción)..."
"...En 1982, el Presidente López Portillo tratando de resolver en parte el problema o varios de los problemas que enuncias en renglones anteriores en su último informe de gobierno anuncia la Estatización de la Banca, establece el control de cambios, cambia la política de intereses (incluyendo el de tipo de interés que se otorgaba a las cuentas de ahorros) y establecen una serie de reglas en materia del Sistema Financiero, partiendo de la base de que buscaba un mejor acceso a los servicios de banca, una mayor distribución de los recursos financieros que permitiera y despegue de la actividad comercial e industrial de México; sin embargo, la realidad fue que no funcionó como se esperaba y la crisis en este campo se aumentó y le dio al traste con las buenas intenciones que se tuvieron al decretar la estatización bancaria. ..." ...
http://www.economia.com.mx/crisis_economica_y_financiera.htm
Las crisis de 1994-1995 Podría decirse que las crisis mexicanas de 1976 y de 1982 fueron las típicas crisis de países subdesarrollados, derivadas primordialmente de un gasto público excesivo. ..." "...¿Cuáles fueron las causas de la crisis mexicana? Múltiples y por eso resulta muy compleja. Al tiempo de estallar, la opinión más difundida la imputaba a que el peso, supuestamente, se había sobrevaluado. Sin embargo, esta tesis se contrapone con el hecho de que durante varios años la tasa de crecimiento de las exportaciones no petroleras venía en ascenso, llegando a 20.9% en 1994. También se contrapone con el hecho de que, durante varios años, el tipo de cambio había estado, la mayor parte del tiempo, pegado o próximo al límite inferior de la banda de flotación entonces existente. Asimismo, se contrapone con un tercer hecho: para evitar que el peso traspasara dicho límite, el Banco de México había estado comprando dólares la mayor parte de ese tiempo, hasta marzo de 1994. Es decir, el peso tenía una tendencia a revaluarse, no a devaluarse. Las cosas cambiaron a partir del asesinato del Luis Donaldo Colosio, ocurrido el día 23 de aquel mes. Se produjo entonces una cuantiosa pérdida de reservas. Durante aquel año aciago, cada vez que la situación volvía a tranquilizarse, surgían nuevos factores de desestabilización, fueran los secuestros de empresarios prominentes, las actitudes relacionadas con el conflicto de Chiapas, la renuncia del secretario de Gobernación, las acusaciones del subprocurador Ruiz Massieu, la renovada beligerancia del EZLN o el aumento en las tasas de interés estadounidenses, iniciadas por la Reserva Federal en febrero de 1994 y fuertemente acentuadas en noviembre de ese año. Corría también la opinión de que el déficit de la cuenta corriente se había ampliado demasiado. Esto es cierto, pero no se debía a la pérdida de competitividad ni a políticas fiscales o monetarias expansivas.
El crédito interno del banco central disminuyó enormemente de 1990 a marzo de 1994. Sólo fue en el resto de ese año que resultó necesario aumentarlo para evitar la contracción monetaria causada por las fugas de capital. En realidad, el déficit en cuenta corriente se derivó de cuantiosas entradas de capital, algunas deseables, otras no tanto. El Banco de México, muchos años atrás, había prohibido a los bancos abrir cuentas de valores a residentes en el extranjero, fueran personas físicas o morales, en las que se manejaran títulos de deuda pública mexicana. La prohibición obedecía al temor de que fluyeran capitales golondrinos, que así como llegan se van. El Banco fue objeto de múltiples presiones para que removiera su disposición, arguyendo incluso que contravenía las reglas de la OCDE a cuya pertenencia se aspiraba. " ...
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